Los efectos nocivos de la ira en la salud
En el siguiente artículo, conozca los efectos nocivos de la ira en su cuerpo. Aprende a cuidar mejor tu salud emocional.

Nunca es útil enojarse con alguien o con uno mismo. Sin embargo, los efectos de la ira también pueden dañar tu cuerpo.
Existe una estrecha relación entre los sentimientos y la forma en que el cuerpo reacciona ante ellos. En el siguiente artículo, nos centraremos en los efectos nocivos de la ira sobre la salud.
Prevenir los efectos de la ira para vivir mejor y más tiempo
Vivir una vida feliz es la mejor manera de prevenir el dolor, los problemas de salud y las enfermedades. Es importante promover la relajación sobre los arrebatos de ira, ya que esto se refleja rápidamente en su salud.
Lo crea o no, prevenir los efectos de la ira es muy beneficioso para su salud en general.
En momentos de ira, los músculos y las articulaciones se tensan, la circulación sanguínea se ralentiza y se altera el equilibrio natural de los sistemas nervioso, cardiovascular y hormonal. Durante este tiempo, su presión arterial aumenta junto con su frecuencia cardíaca y testosterona, su actividad cerebral cambia y su cuerpo produce un exceso de bilis que termina en partes del cuerpo donde no debería.

Naturalmente, estos efectos pueden ser muy dañinos para su salud. Desafortunadamente, los efectos de la ira y la irritación pueden causar:
Arritmia
Lo creas o no, el estrés físico y mental producido por la ira puede desencadenar problemas cardíacos. Según un estudio, incluso pueden aumentar su riesgo de ataque cardíaco.
Daño hepático
Además, su vesícula biliar está en riesgo debido a los efectos de la ira. La ira hace que su cuerpo segregue más bilis de lo que lo haría en condiciones normales. Luego expulsa esta sustancia que es expulsada a través de la vejiga, que a su vez experimenta un estrés inusual en momentos de ira.
Dolores musculares
Ya sea que esté enojado con su jefe, su pareja, sus hijos o un viaje largo, su cuerpo secreta la hormona adrenalina. Es la misma hormona que produce cuando tienes miedo.
Desafortunadamente, esto puede provocar dolor y espasmos musculares, así como dolores de cabeza. Los hombros, el cuello y la espalda son los más afectados, ya que son las partes del cuerpo que soportan más tensión.

Diarrea
Además, estar enojado puede causar lo que se llama síndrome del intestino irritable, que puede provocar colitis o diarrea. El estrés, el miedo, la tensión y la ira pueden causar desequilibrios intestinales.
Gastritis
Esta es una de las consecuencias más comunes de la ira.
Los síntomas son bien conocidos: reflujo ácido, dolor y sensación de ardor en el estómago. Los ácidos estomacales inflaman el revestimiento de su estómago cuando tiene múltiples ataques de ira, por lo que si se enoja con mucha frecuencia, no solo puede causar gastritis sino también úlceras estomacales.
Dermatitis
El picor, las erupciones y el prurito tienen, entre otras cosas, la ira como desencadenante. Lo mismo ocurre con los episodios de tensión, estrés, nerviosismo, ansiedad y miedo. Si tienes una herida, puede infectarse o empeorar debido a estas emociones negativas.

Las causas y efectos de la ira y la irritación en tu salud
Hay muchas causas diferentes de ira, y mucho depende del individuo. Lo cierto es que la suma total de una serie de problemas o contratiempos en la vida pueden hacer que perdamos el control de nuestras emociones. El enfado es una reacción de la mente que le permite afirmar que tiene razón, por eso una persona enfadada puede gritar, por ejemplo.
La ira también puede ser causada por amenazas, estrés o eventos sobre los cuales el individuo no tiene control. Pero reprimir la ira nunca es bueno , ya que puede afectar tanto a la salud psicológica como a la física.
Por supuesto, algunas personas se enojan más fácilmente, mientras que otras tienden a mantener la calma. Sin embargo, estos sentimientos no solo nos afectan a nosotros mismos, sino también a los que nos rodean.
Cómo manejar la ira de una manera saludable
La clave, dicen los psicólogos, es el autocontrol.
El ritmo acelerado de nuestra vida diaria nos permite enojarnos por las cosas más pequeñas. No nos damos el tiempo para hacer una "pausa" para pensar. Parece que todo el mundo está conspirando contra nosotros para desencadenar nuestra ira.
Sin embargo, los viajes largos al trabajo, las tareas diarias frustrantes, los problemas financieros, las preocupaciones sobre las relaciones y los problemas personales no deben convertirse en motivos para enojarse. Aunque parezca más fácil decirlo que hacerlo, cambie lentamente sus hábitos.
Es importante tomar solo diez minutos al día para restablecer tu mente.
¿Cómo? Pruebe la meditación o el yoga, haga algunos ejercicios de respiración, o simplemente tome una taza de té y un buen libro y siéntese y escuche a los pájaros afuera.

Un espacio ideal para relajarse es una habitación limpia y ordenada que esté llena de un aroma reconfortante, como el incienso o un aceite esencial. Pon música relajante. Los sonidos de la naturaleza, la música clásica o la música utilizada para la meditación son excelentes opciones. Cierra los ojos, respira profundamente por la nariz y déjate calmar.
Cuando tu ira esté a punto de surgir, trata de recordar ese sentimiento de paz.
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